Desde que pusimos la primera piedra del proyecto sabíamos que: cuidarla, amarla, hablarle, aportarle, vivirla, soñarla, entenderla, fotografiarla, valorarla, confiarle, apostarnos, abrazarnos, atarnos… serían, algunas de las muchas cosas que queríamos hacer con la tierra.

Por tanto, no concebimos la idea de tirar productos químicos que estropean la tierra donde tantos frutos nos ha dado durante siglos, incluso milenios, en Sant Pere del Bosc.
Entonces, desde sus inicios practicamos una viticultura ecológica y biodinámica que es la que creemos que más respeta esta sinergia, entre el ser humano y la tierra.

Aportamos abonos certificados AAA, abonos de oveja, vacas que viven en trashumancia, entre otros animales que viven en libertad, donde nunca comen pienso creado por el hombre. Solo lo que los campos de Cataluña aportan.
Por otra parte, reincorporamos a la tierra todos los subproductos generados como sarmientos de poda quemados, pieles de uva después de prensar, agua de limpiar depósitos…

Y cuando por fin llega la hora de la vendimia, vendimiamos con cajas de 10kg manuales, para no estropear las uvas y que llegue a la bodega prácticamente como con una bandeja de plata.

La primera vendimia, la 2021, fue la primera realizada en la bodega, donde nos nutrimos de uvas de viticultores de Blanes, Lloret de Mar y algo del Empordà más cercano a Lloret.

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